Red Carpet center
Por Marelinke van der Riet

En el corazón de Tel Aviv, oculto a la mirada del público, existe un centro de ayuda a la mujer que ofrece mucho más que comida y refugio. El salón Red Carpet, sostenido por la generosidad de cristianos de todo el mundo, es un santuario para algunas de las mujeres más vulnerables de la sociedad israelí. Durante más de dos décadas, este centro ha proporcionado servicios esenciales y, lo que es más importante, el amor y los cuidados que estas mujeres nunca reciben en la calle. A través de su enfoque global, el centro ayuda a restablecer la dignidad, ofreciendo a las mujeres indigentes la oportunidad de una vida mejor.

Karen Beattie, una colaboradora del ICEJ del Reino Unido, tuvo recientemente la oportunidad de visitar el centro Red Carpet y presenciar de primera mano la increíble atención y cuidado que se presta a las mujeres que cruzan sus puertas.

“Cuando llegamos al centro, Anat y su equipo de voluntarios nos dieron una calurosa bienvenida”, recuerda Karen. “Anat dirige este centro desde hace 21 años y todavía se las arregla para sonreír y animar a todos los que la visitan. El centro tiene un pequeño salón de peluquería, pedicura y manicura, una zona de descanso, duchas y un comedor. Actualmente está abierto dos días a la semana, y hay planes para abrir otro centro en Haifa.”

El día de la visita de Karen, unas veinte mujeres acudieron al Centro para recibir diversos servicios, como comida, ropa, duchas, lavados de pelo y pedicuras. Karen observó de primera mano la atención cariñosa que recibían estas mujeres. “Las mujeres fueron tratadas con mucho amor y respeto, algo que no reciben en la calle”, afirma. “Era desgarrador ver lo que una vida de drogas, prostitución, trata y abusos ha hecho a estas mujeres. El centro Red Carpet ayuda a devolverles cierta dignidad a sus vidas”. Mientras las mujeres son atendidas dentro, los hombres llaman a la puerta y esperan fuera para recibir un plato de comida caliente y una bebida. Es una imagen conmovedora del compromiso del centro por satisfacer las necesidades básicas de todos, sin importar las circunstancias.

Red Carpet center

La relación que Anat y su equipo han establecido a lo largo de los años con estas mujeres es realmente extraordinaria. “Esta relación y esta confianza han tardado muchos años en establecerse, pero no puedes evitar sentir el amor que todo el equipo siente por estas mujeres desgarradas”, reflexiona Karen. “Esta es una parte de Israel que no se ve. La pobreza y la degradación contrastan tanto con Jerusalén y necesitan nuestro apoyo y nuestras oraciones”, añadió Karen.

Jannie Tolhoek, del equipo de Ayuda del ICEJ en Jerusalén, acompañó a Karen en su visita y explicó la importancia de ver de primera mano el poder de sus donativos. “Tener la oportunidad de recibir a Karen y ser testigo de su experiencia en el centro Red Carpet fue un poderoso recordatorio del impacto en el mundo real de la generosidad de nuestros donantes”, explicó Jannie. “Una cosa es oír hablar del trabajo que se hace, pero verlo de primera mano, con las mujeres cuyas vidas se ven afectadas, marca la diferencia. El amor, la dignidad y la esperanza que se restablecen aquí son el resultado directo del apoyo que recibimos de cristianos de todo el mundo. Aquí es donde el corazón de nuestra misión se encuentra de verdad con la realidad del cambio”.

Gracias a la generosidad de los donantes y a la dedicación de los voluntarios, el salón Red Carpet lleva la luz a uno de los rincones más oscuros de Israel, ofreciendo esperanza y restaurando vidas. Su apoyo continuado puede tener un impacto aún mayor, ayudando a llevar esperanza a quienes necesitan desesperadamente que se les eche una mano en la vida.

Ayúdenos a desplegar la alfombra roja y a devolver la dignidad a más mujeres de Israel a través de nuestro programa “Futuro y esperanza”. Haga su donativo hoy mismo en:  help.icej.org/future-hope

Fotos cortesía de Karen Beattie.